odas las condiciones fisiológicas y clínicas asociadas con falta de dioxígeno estimulan la producción de 2,3-DPG en los eritrocitos, lo cual resulta en un aumento de liberación de dioxígeno de la hemoglobina. Hipoxia: en un estado hipóxico, la concentración de 2,3-DPG en las células rojas es elevada, debido a un aumento en la glucólisis. Este es un ejemplo de la adaptación a la hipoxia por parte del cuerpo. Anemia:
es una condición clínica asociada con una disminución del nivel de
hemoglobina en la sangre. Esto genera un suministro pobre de dioxígeno a
los tejidos. En la anemia, la concentración de 2,3-DPG en las células
rojas es elevada, aumentando la liberación de dioxígeno. Adaptación a
altura: las personas que viven en regiones gran altitud, donde la
concentración de dioxígeno es baja, el cuerpo realiza varios cambios
fisiológicos para adaptarse a estas condiciones. Estos cambios incluyen
hiperventilación, policitemia y un aumento en la producción de 2,3-DPG en los eritrocitos.
La hemoglobina es una proteína que posee una función importante en el organismo, esta proteína se encuentra dentro de los eritrocitos y esta se encarga del transporte gaseoso a nivel sanguíneo, tiene la capacidad de trasladar el O2 hacia los tejidos y el CO2 hacia los pulmones , específicamente a nivel de los alvéolos para que se produzca el proceso de hematosis (intercambio gaseoso), por cada gramo de hemoglobina se transporta 1,34 ml de O2; cada eritrocito debe contener normalmente un valor de 27 a 32 picogramos de hemoglobina. Diariamente se debe sintetizar un aproximado de 6,25 g de hemoglobina, el 65% de esta cantidad se produce dentro de la médula ósea en el proceso madurativo del eritrocito, específicamente en la etapa de Normoblastos Policromáticos; el 35% restante se genera luego de la expulsión del núcleo en la etapa de reticulocito ya que este célula aun posee restos de ARN y mitocondrias en su interior, las cadenas de la parte proteína de la hemoglobina
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